BALUARTE DE LA TRINIDAD
Acabada la
rehabilitación del Baluarte de la Trinidad, nuestro Alcalde ya ha girado visita
al monumento. A falta de un más que posible exorno vegetal/floral, el aspecto
del monumento se ha vuelto irreconocible para aquellos que lo hemos conocido
con la formalidad con que se pensó en
los años 50. Algunas postales nos lo enseñan con los arcos vacíos de tierra,
tras la retirada del terraplén que daba forma al paseo superior y dejando las
cañoneras sin sustentación, lo que trajo consigo la perdida de alguna de ellas.
Otras postales posteriores lo muestran con el relleno de hormigón realizado
para evitar el derrumbe, más que evidente, en que se encontraba el muro que
soportaba dichas cañoneras. A pesar de ese refuerzo, que es al que nuestra
vista ha estado acostumbrada, las zapatas de cimentación estaban al aire. Ello restaba firmeza al esfuerzo de las
mismas, pudiendo desalinearlas, y propiciando un más que posible desplazamiento,
algo que las tenía rajadas. Al mismo tiempo, gracias a la falta de tierra, se
pierde el empuje que esta ejerce contra los arcos, aliviando la presión. Los
arcos no se han desgajado y caído, precisamente por la falta de esa tierra.
Pero eso no podía durar siempre. Y el estado de deterioro era, en 2014, muy
grave.
Por esas fechas andaba yo
haciendo fotos en las murallas de dicho baluarte. Esas fotos son, a fecha de
hoy, muy recientes. No entran en la idea básica de mi blog, que me obliga a
esperar años para que las fotos sean ya irrepetibles. Sin embargo, las hechas en ese año, tienen ya
toda la validez de fotos antiguas e irrepetibles. Ya no hay manera de volver al
pasado, ni de fotografiar aquello que se nos quedó en el tintero.
Pero olvidemos
eso. El reciente muro de hormigón, el
relleno del espacio creado entre este y la muralla, el terraplén añadido, tan
importante para sujetar los arcos y que no vuelvan a temer desprenderse. El
rebaje del nivel del suelo, la aparición de la muralla medieval, el traslado de
la cruz y los esbozos de los evangelistas, etc. Todo esto ha creado un ámbito
nuevo, aprovechable por los vecinos para asomarnos y tratar de ver lo que en otro tiempo, otros antes que
nosotros, tenían la capacidad de hacer. Claro que, el parque y los bloques
restan lucidez a lo que digo, pero no por eso la imaginación no puede ayudarnos
en la tarea. Subamos y observemos. Yo pienso hacerlo. Seguro que vemos algo que
antes estaba fuera de nuestro alcance.
Aunque este
no es el motivo de lo que escribo. Tengo
por costumbre dejar pasar un tiempo antes de revisar lo que fotografío, a no
ser que alguien lo necesite, de forma que luego puedo centrarme mejor en lo que
veo. He interpretarlo las fotos de 2014, a mi manera, claro. Y eso
es lo que les propongo, interpretar, puesto que las fotos han adquirido tintes
viejos, y a no ser que los responsables de la obra hayan hecho algo mejor que
lo mío y luego tengamos la suerte de que lo publiquen, me temo que van a tener
solo mis fotos para rebatirme. Y espero que lo hagan.
Bien, ¿a qué
me refiero? Pues a una tirada de fotos, hechas en la siesta, y antes de empezar
los movimientos de tierra. Unos días antes del comienzo, había visto un paseo
de pizarras en la parte derecha del baluarte, visto desde Ronda del Pilar. Esto
no sería importante, ni siquiera por los nombres grabados en algunas de ellas,
si no fuese porque en una lancha plana me pareció reconocer una figura a modo
de muñeco que me recordó los esgrafiados
de Cheles, en la orilla del Guadiana. La curiosidad me pudo, y en cuanto tuve
tiempo, me planté en la tranquilidad de las horas de siesta en el parque.
Confieso que me costó mucho reconocer, entre pintadas y esgrafiados modernos,
aquellos otros que de ninguna manera lo son. En mi opinión, claro. Pero una vez que entendí lo que buscaba, me
resultó más fácil. Eso es lo que presento ahora. Algo que les va a sorprender,
y que si alguien que vea este trabajo tiene algo igual pero con mejor calidad,
me gustaría compartirlo.
Aquel día
intenté recoger lo que me parecía interesante, y creo que lo era. En pasado,
claro. Hoy está todo enterrado. Así que, un saludo y vamos a ello…
Buenos días Juan José.
ResponderEliminarSoy Alberto. Nos conocimos personalmente en una visita en la que coincidimos en el Fuerte de San Cristóbal justo antes de que empezaran las obras allí. Yo iba con mi padre.
Soy seguidor de tu blog desde hace muchisimo tiempo como bien te dije entonces. Ahora estoy trabajando por mi cuenta en un proyecto de ajardinamiento del interior del baluarte de la Trinidad con muchos elementos en común a como estaba antes. Mi intención es recuperar todo lo que pueda de aquellos jardines de los que solo queda el recuerdo y tus fotos, por supuesto. Dicho proyecto incluye una nueva disposición del conjunto escultórico del Héroe Caido que recuerde a como estaba antes y la recuperación de la Escalera de la Trinidad entre otras cosas. En su momento, dentro de muchos meses presentaré dicho proyecto a los ciudadanos y asociaciones que muestren interés por él.
Me pongo en contacto contigo para preguntarte si tienes a mano todas las imágenes posibles de la Escalera de la Trinidad, que a mí me gustaba mucho pues tenía ese aire de subida a torre antigua que tanto gusta. Pues bien, estoy dispuesto a recuperarla en mi proyecto, pero para ello es necesaria toda la información posible al respecto, así puedo trazar con mayor exactitud posible tanto planos como imágenes que ilustren su recuperación.
Te dejo mi email por si acaso tuvieras a bien hacerme llegar información al respecto que no tengas intención todavia de publicar aquí: lafolie77@hotmail.com.
Muchas gracias Juan José.
Alberto.